Recuerdos de los años sesenta y setenta…
Solo recordaré algunos episodios de una época importantísima del Club que culminó con la construcción del Hogar Estudiantil Masculino.
Una noche llegamos a la Institución en su entonces nueva sede de Maldonado 1372 con el “Cero” Imas, “Carita” Morales y algún otro canarito con ganas de armar un cuadro de fútbol. La sede amplia, hermosa, pero totalmente silenciosa, como que le faltaba el latido de una barra bochinchera. El “Tape” Galagorri, “Coco” Klappembach, y algún otro dirigente no nos dejaron ir, y nos quedamos. Primera medida: compramos un par de paletas de ping-pong, una pelotita, y recuperamos la vieja mesa que estaba olvidada. A los pocos días estabamos armando comisiones y ya recibiamos las quejas de los veteranos que no estaban acostumbrados.
Al poco tiempo el Cnel. Guillermo Ramirez, el gran dirigente, hasta esa etapa, entregaba la presidencia al Dr. Galagorri y seguía en secretaría quien fuera el eje de toda la actividad del Club en lo organizativo, cultural y social, Don Eduardo Nicora.
En poco tiempo más los los jóvenes habiamos armado una Liga de Fútbol de Residentes del Litoral en la que solo faltó Paysandú. Hasta el viejo profe. de literatura y de fútbol, “Perico” Bordoli, jugó con nosotros.
Esa presencia de los jóvenes organizando bailes, con los clásicos “Monitos” para recaudar fondos para las camisetas, o las medias, o al final, simplemente para divertirnos, fue el respaldo que precisaban los grandes dirigentes encabezados por el “Tape” Galagorri para vencer algunas resistencias a sus proyectos. Don Eduardo Nicora armó una biblioteca que se le denominó Dr. José May en homenaje al primer presidente del Club Soriano, y alguno de nosotros entró en la directiva, otros en distintas sub-comisiones.
Como el Comedor Universitario no daba servicios los domingos se armó el Comedor Estudiantil. Acompañamos a Nicora, Klappembach, César Montesdeoca, José Ma. Domingorena y al Dr. Galagorri a pasar el sombrero por Mercedes. El Intendente Taruselli, Escribano Ramos, COLESO, Ricardo Mela, Clubes de Servicios, la prensa de esos lejanos años, comerciantes, vecinos, con nuestro delegado en Mercedes Dr. Alfredo Moreira Ubios, respondieron positivamente y al siguiente domingo inauguramos el comedor. Mucho más que por comer, que era importante, el hecho era que los domingos a mediodía teníamos nuestro almuerzo, en nuestro Club, ayudados por nuestra gente. Y era un almuerzo alegre, lleno de bromas, cachadas, sobre todo para el querido Américo “Chueco” Pérez que era el cantinero entonces, y a quíen le pusimos “Urruzmendi” porque era pura moña.
El “Chueco” y su señora nos trataban como a sus hijos, y el “Loco” Troche que estudiaba en UTU era a quién más querían. Muchos profesionales hoy, que eramos sus comensales, y tambien muchos que fueron a laburar integraron esa barra, doloreños, mercedarios, villeros, en fin, Soriano.
Vino luego la época de Américo Haller y Zulma Lapaz en la cantina que eran dos más de la barra por decirlo de alguna manera. Si algún conflicto se planteaba entre los jóvenes como nos llamaba Nicora y la Directiva, estaban siempre de nuestro lado: escondian a alguno que llegaba pasado por ejemplo.
Pero los viejos no descansaron: siguieron para adelante y con el apoyo de Taruselli primero y de “Pancho” Russo despúes, se hizo un pequeño Hogar Estudiantil en el terreno del Club. Este ya tenía sus primeros becarios y desde entonces nuestra amistad, respecto y admiración por aquellos viejos que supieron captar la juventud y ofrecernos mucho más que lo que tal vez les hayamos retribuído.
Siempre hay anécdotas, siempre hay nombres, pero los bailes con sus rifas, remates y beneficios daban para todo. Me parece ver al “Cabezón” Juan Echenique con su vaso de cerveza en una punta del mostrador y el “Petizo” Cuello en la otra con otro vaso. Estaban toda la noche, hablando poco y se reían mansos con todo lo que pasaba entre medio de los dos en el mostrador. Hasta que el “Chacal” Latorre anunciaba “los monitos”, y los tres dados en la jaula empezaban a circular.
Hasta los oficilales de la Comisaría de Palermo hacían algún tirito si andaban de particular.
Un día que estabamos muy creativos decidimos hacer una vinería, y el sabado teníamos todo pronto al mediodía: redees, adornos, hasta una tapa de water colgamos en la pared. Las señoras que jugaban al rummy de tarde miraban aquel loqueo sin poder reaccionar. Pero nos faltaba la receta del vino con canela que anunciabamos al vender el ticket. El “Negro” Lozano y el “Cero” Imas se sacrificaron y fueron a preguntar a distintos boliches y casas del barrio. Cuando llegaron era casi la hora de empezar. Parece que probaron todas las recetas que les ofrecieron y perdieron la noción del tiempo.
Lo cierto es que el vino caliente con canela nos permitió comprar las camisetas manga larga – con números – que el cuadro luciría en el próximo campeonato.
Tambíen es cierto que no solo fútbol, vino y murgas aprendimos en esa época, entre muchas por citar algunas, el placer de escuchar un concierto de Abel Carlevaro, a “Pitin” Castellanos tocar “La Puñalada”, apreciar la poesía de Olivera Ubios o Iris de López Crespo, ver a Soriano campeón en Basquetbol en el Cilindro la noche que “Pachineca” le pegó de punta a la Spalding y llegó casi al techo (le tuvieron que enderezar el dedo gordo), las pinturas de Haedo y su amor por Mercedes, la obra del profesor Victor Bertullo, las orquestas incipientes de rock de Mercedes que llevamos al Club y tuvieron así oportunidad de llegar a la radio de la Capital, y en definitiva poder ser parte de un eslabón importantisimo en la vida del Club iniciado por Ramirez y culminado por Galagorri.
Ojala que muchos sorianenses puedan atesorar en su memoria lo que aquellos estudiantes, aquellos albañiles, aquellas gurisas laburantes de jueves y domingos libres, y aquellos matrimonios que se gestaron en esa bohemia de fines de los sesenta, y principios de los setenta, aún hoy atesoramos en lo más profundo. Que evocamos en las sonrisas sin palabras del “Petiso” y el “Cabezón”, que nos dejaron jóvenes, y el clásico “hermano” con que nos saluda el Dr. Luis “Tape” Galagorri: un símbolo y un orgullo para nuestro departamento.
Uno de aquella barra inolvidable.
Organización de las Jornadas Históricas del Departamento
Conjuntamente con el Centro Histórico y Geográfico de Soriano se vienen organizando desde el año 1980 las Jornadas de Historia en el Departamento.
La primera jornada fue realizada los días 18 y 19 de octubre de 1980 en la sede social del Club Soriano y contó con la adhesión de la Sociedad Historia de la Medicina del Uruguay, Instituto Gral. Rivera, Centro de Estudios del Pasado Uruguayo, Instituto Uruguayo de Numismática.
Debemos destacar la idea original del C/M. Federico Merino Burghi Pte. del Club Soriano quien junto a las autoridades del Centro Histórico y Geográfico de Soriano presididas por el Sr. Eduardo Galagorri, le dieron forma a las Jornadas de Historia que por más de 25 años se ha desarrollado sin interrupción y ha contado en oportunidades con el apoyo de la Intendencia M. de Soriano y la Junta Departamental, declarando de interés Departamental dicha actividad.
Inauguración del Hogar Femenino
Si nos remontamos a la historia nacional en sus comienzos la Universidad de la República así como los cursos de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) eran impartidos solo para hombres, mas tarde comienzan a impartirse para ambos sexos, de cualquier forma la tendencia son muy bajos los porcentajes de mujeres que realizan cursos terciarios. De ahí que cuando se crea el Hogar Masculino en el año 1968 solo se piensa en alojamiento para hombres.
De igual forma era una de las viejas aspiraciones que el Club se debía. Con la conformación de la Comisión Directiva presidida por el Sr. José Luis Capezzuto se comenzó a trabajar en este ambicioso proyecto que fue bien visto y contó con el beneplácito de el pueblo sorianense.
Con la colaboración de la Intendencia M. de Soriano y la adhesión de la Junta Departamental de Soriano se pudo concretar el viejo anhelo.
El 11 de junio de 1997, coincidiendo con la celebración de un nuevo aniversario se procedió a inaugurar el Hogar Femenino. En un breve pero emotivo acto se procedió a cortar la cinta para dejar inaugurado el local arrendado para el Hogar Femenino ubicado en Maldonado 1356.
Con un emotivo acto que contó con la presencia de altas autoridades nacionales y departamentales se agradeció las atenciones recibidas por todo el pueblo sorianenses y especialmente aquellas personas que se habían comprometido con la idea y habían trabajado con mucho cariño en este ambicioso proyecto.
En sus comienzos el Hogar funcionó con un cupo de 16 becarias alojadas, posteriormente el número fué aumentado a 18. Actualmente el Hogar Femenino funciona en un local arrendado para tal fin en Tacuarembó 1614, tiene 16 cupos y a diferencia de sus comienzos posee una Sra. que se encarga de vigilar el comportamiento de las becarias.
La Comisión Directiva estuvo integrada por: Presidente: Sr. José Luis Capezzuto Rienzi, Vice-Pte.: Dr. Aramis Gómez Berisso, Secretario Gral.: Sr. Mario Goudschaal Soto, Secretario de Actas: Sr. Raúl Sosa, Tesorero: Sr. Carlos Geep, Pro – Tesorero: C/M/M Osvaldo Giordán, Vocales: Sr. Raúl E. Barbitta, Sra. Albina García Calvo, Sra. Mabel Rissoto, Sra. Victoria Acevedo, Sr. Alberto Mendibehere. –
Estas han sido las actividades mas destacadas durante este periodo, no podemos dejar de mencionar las actividades culturales y sociales desarrolladas a las cuales no podemos especificar por su gran cantidad, pero si mencionarlas como una de las principales actividades que han marcado no solo esta etapa sino toda la historia del Club Soriano, entre ellas destacamos: exposiciones pictóricas, fotográficas, de artesanías y productos elaborados en el departamento; excursiones al departamento así como también a distintos puntos del País y también al exterior; presentación de libros de coterráneos; conferencias sobre temas relacionados con nuestra cotidianidad así como con nuestra historia de la cual Soriano es tan rico; festivales de música, con distintos artistas sorianenses en los que destacamos los coros; almuerzos de camaradería, chocolates , loterías americanas, kermesses, todas actividades que han permitido no solo poder contribuir a financiar la obra de los hogares estudiantiles sino que por sobre esto permiten momentos de confraternidad y de reencuentro entre los sorianenses residentes en Montevideo.
Por todo lo expresado podemos decir que ha sido mucha y muy importante la actividad que ha llevado y que actualmente desarrolla el Club Soriano de Montevideo.
Invitamos a aquellos sorianenses que aún no conocen esta magnífica obra a acercarse y poder sumarse a la gran familia del Club Soriano