Quien ha sido un referente de primer orden para el Club Soriano y ha dejado su impronta en la más próspera etapa con emprendimientos con fines sociales que trascendieron al área de influencia de la Institución
Ejerció todos los cargos de la Directiva asumiendo la Presidencia en el año 1962.
Como tantos coterráneos emigró a la capital, lo hizo en la década del 40 Como era de suponer su sensibilidad y arraigado espíritu sorianense que lo animaba lo llevó a acercarse al Club Soriano para seguir manteniendo ese arraigo inalterable
Se encontró desamparado en esos días porque el rinconcito del pago no existía, el Club padecía un intervalo en su larga vida
Pero él no aceptó la discontinuidad de la Institución y con un grupo de amigos decidieron reactivarlo, procurando que este fuera motor de actividades culturales, sociales y deportivas. En ese esfuerzo se destacó la participación del equipo de fútbol en la Liga Universitaria y él fue destacado defensor.
En dos hechos, que quedan marcados a fuego en la historia del Club, sintetizamos su proficua gestión iluminada por su capacidad de Dirigente

“En la foto con Arq. Russo y Eduardo Nicora, un trio memorable.”
En su participación en la redacción de los Estatutos del Club, que rigen hasta nuestros días, contemplando los diversos criterios que se debatían fervorosamente en base a su capacidad unificadora
Y en la creación del Hogar Estudiantil Masculino
Desde mucho tiempo antes, fue motivo de preocupación en los Consejos Directivos, el difícil problema que se le planteaba a los estudiantes provenientes de familias de modesta situación económica, que tenían la necesidad de trasladarse a esta capital para proseguir sus estudios.
Era muy difícil plantearse una solución, el Club Social no se podía comprometer a mantener un Hogar Estudiantil con los costos y la responsabilidad que ello representaba, y así muchos lo pensaban
El Dr. Galagorri, siendo Presidente se animó y el Club se metió de lleno en la tarea, tal es así que inicialmente el Hogar precariamente en 1968 ocupó la sala de sesiones con cuatro muchachos del Departamento.
Y no le faltó coraje ni capacidad creativa para ahondar en este propósito tan altruista y de tanta proyección humana. Con su empuje y el aporte de otros ilustres sorianenses como el Arquitecto Russo, se construyeron las instalaciones que hoy alberga a 16 jóvenes estudiantes que todos los años traen de nuestros pagos las ansias de triunfo en sus vidas.
“Nuestro recuerdo eterno Dr. Luis A. Galagorri Paz.”